Sunday, December 31, 2006

Diálogos Educativos (I)

Revista de divulgación para la familia y la escuela

Diciembre de 2006
(Nº 1)

www.fundacionemiliamariatrevisi.com

Editorial

Como viene siendo habitual, presentamos a ustedes un nuevo ejemplar de DIÁLOGOS EDUCATIVOS.
Nuestra revista aborda una vez más el tema de los valores.

Una primera parte nos informa acerca de los recursos a los que podemos apelar para que nuestros chicos accedan al plano actitudinal como creadores de sus propias circunstancias de aprendizaje.

A continuación ofrecemos un trabajo acabado acerca de algunas reflexiones en torno de lo mismo.

Seguimos, en otro orden de cosas, a la espera de contribuciones de nuestros suscriptores. En este sentido esperamos la colaboración de la familia, cuyo aporte será especialmente apreciado.

Me despido hasta enero, no sin antes desearles felicidades con motivo de las fiestas que se avecinan.

Carlos A. Trevisi
Director de Diálogos Educativos


Suscripción gratuita
dialogoseducativos@fundacionemiliamariatrevisi.com

Carlos A. Trevisi
Director de Diálogos Educativos

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Índice

Primera parte
La familia y su peso en la escuela
Segunda parte
Acerca de la formación de valores: algunas reflexiones.
Fundación Emilia María Trevisi. En “¿Educar o educarse?”, coordinador Carlos A. Trevisi, San Lorenzo de El Escorial, enero 2000.

Curiosear

1. “Allá vamos Chicos”, por Carlos A Trevisi
www.allavamoschicos.com
2. Más sobre educación
www.fundacionemiliamariatrevisi.com

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Primera parte

La familia y su peso en la escuelapor Carlos A. Trevisi (1999)
La realidad de la familia es cruel porque abandona al niñoSi afectivamente, porque no somos capaces de hacerlo sentir que es parte de nosotros mismos, siendo otro y distinto; porque no le sonreímos, ni vivimos en él, ni lo respetamos, ni le exigimos. Si intelectualmente, porque no pensamos con él lo que él quiere y necesita pensar; porque somos incapaces de crearle situaciones nuevas para que resuelva; porque lo comprometemos en una vida que sólo ofrece modelos estereotipados. Si volitivamente, porque, al no respetar lo que quiere, lo desmotivamos en su heroicidad, algo tan propio de su edad, y porque en lugar de responder a sus interrogantes, nos apuramos a resolver sus problemas atropellando sus propias capacidades. Si desde la libertad que tendrá que ganarse, porque no lo independizamos; no le permitimos que corra riegos; lo hacemos desconfiado; le impedimos que descubra otros espacios; no lo dejamos elegir qué hacer ni como hacerlo ni con quién hacerlo. Así, lanzamos al mundo hijos convencionales, inflexibles, autoritarios, monológicos, egoístas, serviles..La SGAE ratifica con estadísticas las causas que pueden provocar ese abandono en un informe sobre "Hábitos de consumo cultural". La mitad de los españoles no ha leído un libro ni tiene intenciones de hacerlo; en 1998, el 53 % de los hombres eran analfabetos funcionales; el 64 % de la población que lee, tiene en su casa menos de 100 libros ( "lo cual indica no sólo lo esmirriado del parque lector, sino la ausencia de herencia" (Félix de Azúa, en El País). ( Félix de Azúa: http://www.epdlp.com/escritor.php?id=1425 ) Ante la pregunta "¿cuándo compró un libro por última vez?", el 61% de la población manifestó llevar más de un año sin comprar uno. Continúa Azúa "Ese es el modelo de ciudadano que ha decidido crear la administración, algo así como una bombilla con patas [...] un bicho que se enciende y apaga dándole a un interruptor”. Si agregamos que los vacuos programas de televisión sientan a nuestros niños entre tres y cuatro horas diarias frente al aparato y los padres facilitamos la embrutecedora tarea poniéndoles un televisor en el dormitorio (2 de cada tres niños españoles disfrutan de ese "privilegio"), poco queda por agregar. Surge así que la interacción de la familia con la escuela es prácticamente -por no decir inevitablemente- nula, y su peso en ese ámbito, no obstante ser, por definición, la primera educadora del niño, ninguno. Los conflictos entre padres y maestros son permanentes. Lo menos que se escucha decir a las partes es que "los padres depositan a los chicos en la escuela y se desentienden de ellos"; los padres a su vez, insisten en que los maestros "son meros funcionarios que cumplen con sus horarios de clase y basta".Me permito decir que todos tienen razón. Y como dice nuestro ingenioso hidalgo, que todos tengan razón "no es sino la razón de la sinrazón que a esta razón hace". Si en lugar de agredirnos y aplastarnos entre nosotros, nos pusiéramos en común, todo sería más simple. Claro que los padres tendríamos que asumir las obligaciones que conlleva que nuestros hijos sean lo mejor que tenemos, y los maestros, que el camino que han emprendido al obligarse con la carrera docente, está lleno de entrega, de esfuerzo, de sinsabores, de paciencia, y, al mismo tiempo, vacío de reconocimiento social, de prestigio y de comodidad, por sólo citar algunos de sus "contratiempos". Sin embargo, hay algo en común entre padres y maestros que favorecería muchos acuerdos: el disfrute que brindan la alegría y la frescura de los niños. Si un padre fuera al colegio a preguntar al maestro si su hijo se sonríe, si es solidario, si es dialogal, si es feliz, en lugar de increparlo porque no sale de excursión con sus alumnos, el maestro se sorprendería agradablemente y, con toda seguridad, no actuaría como un funcionario a la espera de la hora de salida. Si bien este mundo no autoriza esa clase de idilios, ofrece, sí, otro tipo de soluciones. En lo que nos atañe podría ser una puesta en común institucional, un igual a igual, en el que participarían la escuela, el AMPA, los ayuntamientos, los consejos escolares y sus respectivas alzadas: la Subdirección Territorial y la Fapa, cada cual en lo suyo pero con un objetivo: los chicos, y una única meta: su educación.


Segunda parte


Acerca de la formación de valores: algunas reflexiones.

Autor: Prof. Lissette Mendoza Portales.
Facultad de Humanidades.
Instituto Superior Pedagógico "Enrique J.Varona."
Ciudad de La Habana. Cuba.

Resumen.
Se trata de la aproximación a un problema de extraordinaria significación en nuestro tiempo: la formación del hombre que enfrentará los retos que nos impone el nuevo siglo que se avecina.

Tal cuestión, desde una óptica axiológica, descubre la delicadeza del problema ya que toca de cerca el mundo espiritual del ser humano, en las diferentes etapas de su desarrollo.

Su comprensión como parte de la labor profesional de los educadores exige tener en cuenta su condicionamiento y naturaleza, sus componentes y facetas... en fin requiere de un enfoque integrador.

De acuerdo a ello, estas ideas se estructuran de la siguiente forma:

1- Actualidad del problema.

2- Fundamentos teóricos.

3- El proceso: un estudio integrador.

4- José Martí: una propuesta axiológica.


1. Actualidad del problema.

El siglo XX está a punto de finalizar y el mundo de hoy exhibe logros que apenas se podían soñar en los inicios de esta centuria. El hombre ha crecido y con él, la cultura. Y paradójicamente, ello ha servido para profundizar las grandes contradicciones que matizan la realidad actual desde lo económico... hasta lo ideológico-cultural.
Así, la sociedad contemporánea finisecular exhibe increíbles índices de desarrollo ("informatización" de la sociedad) junto a los no menos increíbles índices de subdesarrollo.
Ello coloca en centro de atención el problema del hombre y sus valores, en la misma medida en que se polarizan cada vez más las fuerzas sociales en el universo, descubriéndose los obstáculos que ponen en peligro los desafíos del Hombre ante el nuevo milenio; los que se expresan ante todo en la defensa de la cultura y de los valores creados por la Humanidad a lo largo de su historia.
Así se convierte en un punto neurálgico, en tema de reflexión de hombre de los diversos perfiles profesionales: investigadores, maestros y profesores, políticos, etc.; el problema del hombre y el desarrollo humano, de la cultura y los valores...
Y es que el propio desarrollo científico y tecnológico, característico del mundo contemporáneo, inserto en difíciles y complejas relaciones sociales, no sólo potencia lo mejor del hombre sino que genera serios problemas que atentan contra este y sus más elevadas realizaciones y aspiraciones; desde la violencia destructiva hasta algo aparentemente tan simple como la tendencia a la eliminación del hábito de lectura.
No estamos ajenos a lo que se ha llamado un "ruptura epistemológica", en tanto se sustituye un paradigma cultural, el "de la palabra" por la "cultura de la imagen"(1). Sin embargo, hay que preguntarse en qué medida ello se revierte en la inmensa mayoría de los seres que habitamos el planeta.
Al valorarse las profundas diferencias que genera el desarrollo científico y tecnológico
valdría recordar:
"...un alto nivel de vida sólo es posible para quienes controlas tecnologías de producción más avanzada. Un país que fabrica mercancías de la 2da revolución industrial (coches, acero, etc) tiene que contentarse con los salarios de México o Corea. Hoy día los altos salarios sólo pueden ser resultado de los productos de la 3ra revolución industrial: la informática, la biotecnología, la tecnología espacial, las nuevas energías y los nuevos materiales..." (2)
Ese es el mundo de hoy, el de las naciones muy poderosas y países muy pobres, los que
sin embargo, a través del eufemístico lenguaje finisecular "marchan juntos" en el mundo
globalizado, bajo el influjo de la INTERNET hacia el III milenio.
En realidad se reestructuran sistemas axiológicos, imponiéndose la lógica del mercado, a pesar de que se apelan a valores humanos universales: justicia, democracia... surgiendo un efecto cultural-axiológico homogeneizador, que enmascara su verdadero carácter excluyente.
De ahí, que el problema de los valores sea hoy día un tema recurrente en la prensa, en los foros científicos, en el cine, en los medios intelectuales, etc.
Su actualidad viene dada por las características que ha asumido el mundo en las últimas décadas del siglo, lo que se expresa en términos de crisis y carencias, de rupturas y desafíos... en fin, por las profundas transformaciones que se han producido y que requieren cada vez más una actitud consciente y consecuente por parte del hombre.
Por otra parte, la vigencia del problema, viene dada por su propia existencia, ya que es consustancial al propio hombre y expresión de su ser, por cuanto los valores se pueden considerar como la "realidad humanizada con significación positiva para el hombre" (3) y es que realmente desde que el hombre surge en el proceso de transformación de la naturaleza crea valores, en correspondencia con cada época y estos se convierten en expresión del devenir social.
Sin embargo, la cuestión radica en que si se habla del hombre y sus valores, necesariamente hay que pensar no sólo en lo logrado, que hay que preservar, sino en lo nuevo que hay que crear, dándole continuidad a esto existente.
Y surge la cuestión del sujeto portador de los nuevos valores. Y aparece dibujándose en toda su dimensión un grupo social esencial: la juventud. Y el reto se hace cada vez más complejo, pues pasa por un fenómeno extraordinariamente contradictorio: la educación.
Ello exige, atendiendo a las condicionantes epocales ya mencionadas, el enfoque axiológico de la educación, ya que nos manifiesta el problema en toda su complejidad. Por cuanto la educación desempeña una función catalizadora de las aspiraciones humanas y ha constituido el hilo conductor en el quehacer de diferentes generaciones en cada época histórica.
De ahí que se nos presenten múltiples interrogantes:

¿qué lugar ocupa lo axiológico en la educación?
¿pueden formarse valores en condiciones sociales adversas?
¿cómo asumir el problema a principios del siglo XXI?


2. Presupuestos teóricos de partida.

La penetración en el complejo proceso de formación de valores - objeto de nuestra reflexión - se realiza desde presupuestos teóricos tanto filosóficos, como sociológicos, psicológicos y pedagógicos, los que se erigen en fundamentos científicos imprescindibles para dicho empeño.
En el orden filosófico general se tiene en cuenta lo siguiente:
· la concepción de la actividad humana (4)
Ella permite comprender la actividad valorativa como tipo específico de la actividad ideal, su naturaleza, esencia y funciones, así como su relación con la práctica y el conocimiento (5). Se descubre así mismo, el papel de los fines, en tanto normas e ideales, lo que expresa la intencionalidad y su carácter regulador de la actividad.
· la Dialéctica como teoría general del desarrollo
Atendiendo a los principios universales, las leyes fundamentales y las categorías la Dialéctica Materialista permite aprehender en su esencialidad, los objetos, fenómenos y procesos de la realidad. Desde este enfoque se puede penetrar en la formación de valores en dos sentidos esenciales : carácter de proceso y su integralidad . El primero supone comprenderlo en su devenir, en su desarrollo y no como algo dado, estático o acabado. Mientras que el segundo propicia la aprehensión en su multidimensionalidad de dicho proceso, en el que intervienen diversos factores.
De igual forma se logra descubrir el carácter histórico - concreto que asumen los fines humanos así como la naturaleza compleja y contradictoria del proceso de interiorización por el individuo. Se revelan entre otras, las contradicciones entre lo social y lo individual, el ideal y lo real, lo universal y lo particular, lo nuevo y lo viejo...
· la comprensión dialéctico - materialista del desarrollo social.
La comprensión materialista de la historia al concebir la sociedad como un sistema de nexos y relaciones, en su desarrollo, a partir de la dialéctica de lo material y lo ideal, lo objetivo y lo subjetivo, permite comprender no sólo qué son los valores (su naturaleza), su lugar como componentes de la ideología sino el papel que desempeñan en la historia como fuerzas movilizadoras del desarrollo social.
Asumimos también como presupuestos teóricos, ideas esenciales aportadas por las disciplinas de naturaleza filosófica, pero con enfoques particulares que devienen altamente necesarios dadas las características del problema investigado.
Desde el punto de vista de la Ética: la especificidad de lo ético en su relación con lo axiológico general, atendiendo a la naturaleza y esencia de la moral y al lugar y papel de los valores éticos en el desarrollo individual y social.
La Ética profundiza en el carácter contradictorio de la moral y brinda los fundamentos teórico-metodológicos para la formación de valores éticos.
Desde el punto de vista de la Estética: se tiene en cuenta la especificidad de lo estético al captar y reflejar la naturaleza de la conciencia estética. Así, los sentimientos, gustos, valores e ideales estéticos, reflejan el modo en que se realiza la relación estética del hombre con el mundo, así como el fenómeno estético que surge de esta relación.
Por otra parte, la relación estética presupone en el sujeto, una actitud de fusión con el objeto por la vía emocional y precisamente, de esta fusión emocional (del sujeto con el objeto), se deriva la “empatía”, aspecto esencial atendiendo al proceso
de formación de valores.
Asimismo, pueden considerarse como presupuestos en el orden de la filosofía de la educación propiamente :
· la concepción de la educación.
Se concibe como un proceso social complejo, condicionado histórico y socialmente, enraizado en la cultura y la historia.
Persigue el desarrollo no sólo de conocimientos, habilidades y hábitos sino de sentimientos y valores. Así, se comprende como principio la esencial relación instrucción - educación. Recordamos con Martí que : ...”la educación no es más que esto, la habilitación de los hombres, para obtener con desarrollo y honradez los medios de vida indispensables en el tiempo en que existen, sin rebajar por eso las aspiraciones delicadas, superiores y espirituales de la mejor parte del ser humano...” (6).
De igual forma, se toma en consideración la necesidad del enfoque desarrollador del aprendizaje, en la medida en que ello contribuya al desarrollo de la capacidad valorativa en el estudiante y al fomento de la auto educación.
Como sistema de influencias rebasa la escuela, la familia, el maestro, la comunidad... Es considerada como tareas de todos.
 la cuestión del modelo o ideal.
Se plantea el problema del hombre a formar, a partir de la contradicción entre el paradigma, el modelo, el hombre único, la individualidad. y el hombre común ; en este caso, el niño, adolescente o joven que están en nuestras aulas. Por ello se trata de sin olvidar el papel que los ideales desempeñan en la actividad humana, tener en cuenta las características, las cualidades de estos, en su pequeño y modesto puesto de estudio, y con ello determinar... cómo debe ser entonces la educación que como verdadero sistema de influencias contribuya a formar el niño y joven estudiante cubano de estos tiempos.
Desde el punto de vista sociológico, atendiendo a resultados de diversas investigaciones, se toman como fundamentos de partida :
 el examen de las características de los diversos grupos sociales.
Vale decir la necesidad de partir de la especificidad a la juventud como grupo social heterogéneo, o de los educadores (maestros y profesores como grupo socio - -profesional).
 la comprensión del proceso de socialización de niños y jóvenes.
Este proceso se analiza ... “ encaminado a la transmisión de normas y valores que permiten la inserción en la vida social...” (7). En el mismo participan un conjunto de instituciones socializadoras, como son la familia, la escuela, las organizaciones políticas y de masas,
 el examen de las condiciones sociales actuales en nuestro país.
Ello nos permitió comprender, a partir de resultados específicos de investigaciones sociológicas realizadas, entre otras lo relativo a la crisis de valores como expresión de la depresión económica, es decir su influencia”... en el sistema de valores imperantes y en la escala de los grupos sociales y de los individuos...” (8) las dificultades en el proceso de socialización de niños y jóvenes, las expectativas de los jóvenes cubanos en los ‘90 (9) y la forma en que se ha logrado la integración social de los mismos (10), el impacto del período especial en la familia (11), etc.
Ya propiamente como fundamentos desde la sociología de la educación tomamos en cuenta :
 la comprensión del papel de las vías en la formación de valores.
Se comprenden como vías de la formación de valores los caminos a través de los cuales se realiza el proceso (vistos desde la escuela ). Incluye entonces : escuela, maestro, clase, familias, organizaciones... lo que requiere un estudio profundo de cada una de ellas y la interrelación entre las mismas, ya que se trata de hallar la coherencia en el sistema de inter influencias que se ejercen sobre el escolar.
En el orden psicológico es necesario considerar, entre otros como fundamentos de partida :
 el significado psicológico de la actividad entendida como proceso en el cual se implica la personalidad.
Ello supone atender a ..." los aspectos organizativos de la actividad, el sistema de relaciones que apoya su realización y la forma en que se establece la dirección de la misma...” (12).
Esta, sin dudas, deviene una clave esencial para entender los “mecanismos” psicológicos que intervienen en la actividad valorativa del individuo.
 la personalidad como categoría psicológica: Sobre la base de su comprensión como nivel superior y más complejo de regulación psicológica, se requiere tener en cuenta como principios (13) entre otros :
-la determinación social de la personalidad, sus interrelaciones con el medio y los demás.
-la naturaleza sistémica e integral de la formación de la personalidad (14).
-la unidad de lo cognitivo y lo afectivo como célula esencial de la regulación de la conducta.
-los diferentes niveles de regulación de la personalidad (15).
 la comunicación como categoría psicológica (16)
Se le concede enorme importancia por el significado que adquiere este proceso sobre la personalidad y especialmente en lo relativo a su formación, dada su inserción en diversas relaciones sociales.
La comunicación ejerce gran influencia en el desarrollo de la capacidad para valorar las diferentes esferas de la realidad y la actuación de los otros sujetos, lo que sin dudas, constituye fundamento para la interiorización del conjunto de normas y valores. Y es que “al tema de los valores le es consustancial el tema de la comunicación” (17).
 el proceso de interiorización o subjetivación de valores sociales que expresan tendencias progresivas.
Este es el llamado “mecanismo” de individuación que se lleva a cabo de las formaciones motivacionales de la personalidad humana, la cual “ está estructurada para ser la base de las diferencias individuales"(18).
Constituye entonces una condición esencial para abordar el proceso de formación de valores, tener en cuenta la relación entre el proyecto social y la riqueza individual ; de ahí la importancia del tratamiento adecuado a la individualidad y de la determinación de los indicadores funcionales que expresan dicho proceso; necesidades, intereses, metas y propósitos, aspiraciones...
Desde el punto de vista pedagógico se consideran fundamentos teóricos de partida aquellos aspectos más relacionados propiamente con el proceso de formación de la personalidad de los hombres, objeto de la pedagogía como ciencia (19).
· la comprensión de la formación de valores.
Se comprende que dada su naturaleza, toca de cerca un componente esencial del ser humano : la espiritualidad y forma parte de un proceso más amplio la formación de la personalidad. Es por ello que deviene esencia, componente y fin de la educación al mismo tiempo.
Constituye un proceso de suma complejidad y se desarrolla sometido a varias contradicciones. En el intervienen diversos factores que desempeñan una función socializadora.
· los componentes personales del proceso.
Se parte de comprender el proceso de formación de valores como relación entre sujetos en la medida en que las diferentes vías o factores socializadores influyen en un sujeto determinado (niño, adolescente, joven como alumno o estudiante) a través de sus portadores personales : maestro, colectivo pedagógico, padres, etc., en el marco de la actividad desarrollada por el primero (aprendizaje, trayectoria individual, formación de su personalidad, etc.) atendiendo a sus necesidades.
De lo anterior se deriva la comprensión de dichas relaciones como”... esencialmente humanas, sociales, de sujetos...” (20).
· el problema del método.
Se parte del lugar y papel esencial del método en el tratamiento pedagógico del proceso de formación de valores, en la medida en que éste refiere el esfuerzo por alcanzar un fin, el conjunto de reglas que se siguen para alcanzar un resultado (21).
Se toman al respecto diversas aproximaciones al problema desde el método de educación como,,,” la manera de realizar los fines de la educación con la mayor eficacia y economía posible...” (22), los métodos de aprendizaje, métodos educativos... hasta la cuestión acerca del método de formación de valores ya que se refiere al ¿cómo?, siendo este de los aspectos más complejos del mismo, por lo que se exige el estudio de diversas propuestas. Un aspecto esencial a considerar en la necesaria relación entre el método, los medios , las técnicas, la evaluación, etc, lo que sin dudas parte del enfoque sistémico y se concreta en cada una de las vías estudiadas.
De igual forma, es necesario en nuestro análisis realizar algunas precisiones conceptuales.

· Formación de valores.
Proceso complejo de carácter social, en el que intervienen diversos factores (familia, escuelas, instituciones, organizaciones...) dirigido a la transmisión y asimilación de valores sociales ( como expresión de tendencias progresivas ) que orienten la actuación de los individuos.
Forma parte de un proceso más amplio : la educación de la personalidad, constituyendo de hecho : componente, esencia y fin de la educación.
Su comprensión requiere ante todo considerar su complejidad no sólo por la intervención de diversos factores socializadores sino porque implica especialmente a la individualidad a través de la llamada “ interiorización” ó “ subjetivación”, lo que conlleva la búsqueda del significado que dichos valores poseen para cada uno, en dependencia de sus características, de las condiciones sociales en que se desenvuelve su vida, de su trayectoria existencial, de las influencias y educación recibidas, del nivel de conocimientos, de su quehacer práctico, etc.
Contiene a su vez diversas dimensiones como la intelectual, afectivo - emocional y conductual lo que supone considerar desde el “ conocimiento” de los valores, el papel de los sentimientos hasta... su expresión en actuación.
Como proceso insertado en condiciones histórico - concretas pero que a su vez responde a las tendencias del desarrollo humano solo puede comprenderse adecuadamente desde una concepción cultural que enaltezca lo mejor del ser humano.

· Vías de la formación de valores.
Son los caminos, direcciones, canales a través de los cuales se realiza el proceso de transmisión y asimilación de valores. Por su contenido constituyen los tipos de actividad que realiza el sujeto (los más importantes : estudio - trabajo, actividad político - social y actividad informal) y las relaciones en que se enmarca su vida (padres - hijos ; escuela - alumnos ; comunidad - alumno). Asimismo, por su forma, son las maneras en que se proyectan e inciden sobre el sujeto : directa e indirecta, incluyéndose a su vez, la auto educación.

· Métodos de formación de valores .
Son los procedimientos que reflejando la naturaleza del proceso y en interrelación con los restante elementos de éste, se dirigen a logro de los objetivos propuestos.
Por la complejidad del proceso en que se enmarcan es imposible considerar la existencia de un “método” ni “del método” sino de una gran diversidad que en su aplicación pueden resultar eficaces atendiendo a los fines y a las características de los sujetos que intervienen en el mismo.
Los criterios de los especialistas coinciden en la necesidad de aplicar métodos productivos que fomenten y cultiven “... la participación, el desarrollo del pensamiento creador y la independencia...” (23).
A su vez debe considerarse su aplicación desde las diversas vías lo que sin dudas
contribuye al logro de la coherencia en el sistema de influencias educativas.

3. El proceso: un estudio integrador.

El examen del proceso de formación de valores propiamente exige considerar innumerables factores y aspectos que lo condicionan, intervienen y se manifiestan en su decursar. Ello sólo se logra desde un enfoque que lo aborde en su integralidad y su carácter multifacético.
Desde este punto de vista, hay que considerar ante todo, como premisas esenciales que:
- forma parte de un proceso más complejo y más amplio: la formación de la personalidad y por tanto de la educación al constituirse aquella en la finalidad esencial de esta,
- en consecuencia, es susceptible de ser pensado, proyectado y diseñado desde la escuela, como sistema de inter influencias y especialmente, desde la labor del maestro.
En esta medida se desarrolla atendiendo a determinados presupuestos, que de olvidarse se corre el riesgo de comprenderlo de forma abstracta y alejado de las condicionantes que impone la realidad en que se desarrolla.
Nos ayuda en nuestra labor tener en cuenta tales presupuestos, tanto los históricos-culturales (cultura, historia, tradiciones), los contextuales (momento histórico concreto), como los individuales (familia, experiencia, trayectoria)...Esto ayuda a ubicarnos y a hacer terrenal nuestra labor.
Estos, entre otros, deviene en presupuestos insoslayables en el proceso de formación de valores, constituyendo en consecuencia exigencias a atender en su desarrollo.
Así mismo la formación de valores encierra un conjunto de interrogantes a través de las cuales se expresan sus diversas dimensiones, la relación entre los proyectivo y lo real, su carácter multifactorial.
Desde el ¿por qué? hasta el ¿para qué?, el proceso de formación de valores abarca un conjunto de cuestiones que revelan el espectro que lo caracterizan.
Así, las relaciones espacio-temporales se manifiestan a través del ¿dónde? y el ¿cuándo?. Se trata de comprender la temporalidad y permanencia de su significación y por otro lado, de fijar dónde se lleva a cabo el proceso.
De aquí se deriva entonces la cuestión de los factores que intervienen en el proceso estudiado. Plantearnos el ¿quiénes? exige comprender, de antemano, el papel protagónico de la familia y de la escuela, el especialísimo papel del maestro y la clase, el lugar inigualable de las organizaciones... Tales vías de la formación de valores abordados en su interrelación desde la escuela, manifiestan la complejidad del proceso en la medida en que si alguno no cumple su papel u otro asume el que no le corresponde, o existe fragmentación en las acciones, en resumen, no se logrará la coherencia.
De igual forma habría que atender al ¿qué? y al ¿cómo? los que adquieren extraordinaria significación.
Abordar el qué exige determinar el conjunto de valores a formar y para ello hay que comprender su lugar como componentes de la ideología. Ello nos obliga a tener en cuenta la cuestión del código a formar... lo que conduce a la comprensión de su carácter multifacético como expresión de la complejísima actividad humana.
Al "despejar" tales incógnitas queda planteada la que obviamente alcanza mayor complejidad y cuya solución exige ante todo, sensibilidad, inteligencia y flexibilidad. Y es que el "cómo" conlleva la búsqueda de los procedimientos más adecuados, la negación de los caminos "trillados", la consideración del papel de la individualidad y el tratamiento de lo individual, el eludir las "fórmulas" y las copias... en fin, captar todo lo complejo y difícil de proceso.
La aproximación al proceso de formación de valores, desde la escuela teniendo en cuenta tales presupuestos y problemas, requiere comprenderlo desde su proyección hasta el control.
Ello supone atender a los componentes del proceso, que incluyen tanto la experiencia práctica (vivencias), el fundamento ideológico-cultural (legado cultural), el elemento cognitivo ("aprendizaje" del valor) y la esfera afectivo-emocional y volitiva (rol del sentimiento).
Lo anterior nos refiere la complejidad del proceso estudiado, el cual abarca un conjunto de interrelaciones y determinaciones propias del laberinto espiritual del ser humano, algo prácticamente inabarcable e indescifrable.
Por eso la cuidadosa y delicadísima labor de formar requiere encontrar el "hilo de Ariadna" que nos guíe en este tortuoso camino. Y lo más difícil es, sin dudas, distinguir, relacionar, diferenciar... y actuar en consecuencia, con inteligencia y amor.
De ahí la necesidad de profundizar en la relación entre el sentimiento y el amor, como elementos claves en dicho proceso.
Un análisis minucioso de los sentimientos, como parte de la esfera afectivo-emocional de la personalidad (24), nos permite descubrir sus raíces y su desarrollo con la vida bajo un conjunto de influencias. Su comprensión como actitud emocional estable hacia la realidad subraya la posibilidad de "cultivarse".
Y en ello precisamente radica la cuestión. Se trata ante todo del conocimiento del objeto hacia el cual se expresa dicha actitud. Y esto explica la estrecha relación entre el conocimiento y el sentimiento, la cual deviene clave esencial para el examen del proceso.
Ante la exigencia que la sociedad nos impone desde nuestro modesto lugar y papel como parte de un colectivo de educadores, debemos enfrentar esta tarea dándole solución a las grandes y complejas interrogantes, teniendo en cuenta nuestras debilidades y fortalezas y aspirando al logro de nuestros objetivos sin olvidar que se trata de la parte más sensible de nuestra sociedad: niños, adolescentes y jóvenes... en fin, seres humanos portadores de algo más valioso como la espiritualidad.
No olvidemos entonces la necesidad de descubrir en nuestras raíces de pensamiento y práctica pedagógica, las "claves" para la realización de nuestra labor. El pensamiento elaborado por diversas generaciones en nuestras tierras de América, constituyen un legado imperecedero que vivirá en nuestra propia experiencia.

4. José Martí: una propuesta axiológica.

De la misma forma que podemos considerar a José Martí, fundador de una axiología latinoamericana, se inscribe entre los educadores más insignes de esta parte del mundo. Para nosotros es sencillamente, el Maestro.
La indagación en ese pensamiento universal nos permite acercarnos a una profunda y coherente concepción del hombre que tomará dimensión significativa , al no ser un fin en sí misma, en su propuesta de transformación socio-cultural y ética con valor paradigmático, aún en nuestro tiempo.
Axiología y Educación, conceptos que devienen unidad en su pensamiento, la cual descansa en la idea de que cada se humano lleva en sí un hombre ideal (25) y que ésta sólo se revela, se manifiesta en la medida en que se lleva a cabo una cuidadosa labor para que “...surja al sol todo el oro de su naturaleza..”(26)
Presente entonces el valor como regulador de la conducta humana y de forma particular como fin que orienta la preciosa tarea de formar hombres. El ideal preside y dirige la actuación del educador, es supraobjetivo.
Lo axiológico no es sólo el núcleo de la cosmovisión sino sustancia propia de su pensamiento pedagógico, vórtice insoslayable en todo su quehacer diverso, dignificado como lo que fue, un fundador.
Y ello en el ámbito de la educación contempla desde el conocimiento profundo de los sistemas de educación imperantes en su tiempo, en nuestras tierras y en otras....hasta la proyección del ideal educativo para el hombre latinoamericano. Esencial acercamiento a la real contradicción entre el ser y el deber ser que nutrió continuamente su pensamiento, que lo alejó de falsos reflejos y le confirió objetividad al examen de su realidad.
Su preocupación por los diversos aspectos y facetas de la educación que conforma una extraordinaria propuesta para Nuestra América incluye desde: el papel de la escuela; las características de la clase, su variedad y sistematicidad ; el estudio, la lectura, la labor del maestro en general y de la maestra en particular; la actividad pedagógica y el método; las materias principales a estudiar y sus características, los rasgos de los diferentes niveles: desde la enseñanza elemental hasta la Universidad ; las diversas disciplinas: Artes y Oficios, Mecánica, Electricidad, Medicina, Derecho, Filosofía, Historia de la Filosofía , Literatura, Historia...la relación entre la instrucción y la agricultura, la escuela y el taller; el significado y las múltiples dimensiones del trabajo; la penetración de las leyes de la naturaleza como manera de resolver los problemas sociales; el problema de la creatividad y la atmósfera necesaria para lograrla; el problema de la educación de la mujer; la educación fuera de la patria y la cuestión de la identidad y ...muchos otros, hasta...las finalidades de la educación, expresadas de muchas formas, conocidas por nosotros y que se resume en “...preparar al hombre para la vida...”(27) lo cual para él cobra sentido cuando la educación “...habilita a...los hombres para obtener con desahogo y honradez los medio de vida indispensables en el tiempo en que existen, sin rebajar por eso las aspiraciones delicadas, superiores y espirituales de la mejor parte del ser humano...”(28)
Mensaje ineludible para el mundo de hoy.
Con ello revela la verdadera esencia axiológica de la educación :aspiraciones superiores, que tomando al hombre como resumen del mundo viviente, lo coloque a tono con su tiempo en condiciones de que flote sobre él.(29 ) Valores que conlleven como fines a alcanzar el perfeccionamiento continuo del ser humano y se dibuja en toda su validez el nexo indestructible entre axiología y educación en el método de formar valores que proyecta para alcanzar un fin esencial: el pueblo más feliz (30); la tarea: una campaña de ternura y de ciencia (31); el camino: la educación de los sentimientos junto al intelecto (32); la clave: la educación de los sentimientos.
Y su asunción supone comprender la hondura y fragilidad que encierra cada paso dado en este sendero que es la propia vida. Porque como observa:
“...hay que dar al niño, hombros para que sustente el peso que la vida
le eche encima –no peso ajeno, que oprima sus hombros; así cómo andará?" (33)
señala entonces desde sus propios cimientos la naturaleza del proceso de formación de valores, desde su fundamento, el sentimiento, referido a las etapas más tempranas del desarrollo del hombre:
“...Deben cultivarse en la infancia preferiblemente los sentimientos de independencia y dignidad...”(34)
Con ello nos descubre lo profundo del enigma del mundo espiritual y al mismo tiempo el riesgo que se corre al no actuar con acierto en esta fase singular de la formación humana.
¿ Por qué el sentimiento de independencia? Porque con ello no sólo advierte lo que representa desde esta etapa la conformación de un ser autónomo, que sea capaz de juzgar por sí solo, que actúe libremente, sobre la base de comprender su lugar en el mundo,sino que al mismo tiempo se está pre-figurando una actuación que se extiende más allá de la actuación del individuo y que cristaliza en el pueblo.
¿ Por qué el sentimiento de dignidad? Porque con ello nos descubre lo que hace al hombre un ser superior, lo que nos explica que el hombre más humilde de la Tierra puede ser la expresión suprema de la especie, de la condición humana, porque un hombre y su obra puede ser el resumen de la maravilla y sobre todo, porque desde pequeño el ser humano debe captar la paradoja que encierra la existencia humana: las tendencias encontradas de la virtud y el vicio. Frente a la debilidad y la flaqueza se erigen entonces la fortaleza y la entrega.
Confluyen así independencia y dignidad como sentimientos -valores- cualidades que en un excepcional código de valores servirán de sustento al patriotismo, dado su lugar especial.
Y en su admirable penetración en este último, se contiene un mensaje que señala el camino de ese complejo proceso de formación de valores, porque Martí nos ofrece un método singular para la realización de esta delicadísima labor: nos ha legado un modelo, un paradigma para los educadores latinoamericanos, plasmado de forma excepcional en esa verdadera joya que es “La Edad de Oro”: real propuesta axiológica martiana, pero cuyo contenido esencial está presente en todas sus reflexiones en torno a la educación.
Martí nos descubre la honda e insoslayable relación entre conocimiento - sentimiento – valor. Sólo se admira lo que se conoce, sólo se ama lo que se admira, sólo se está comprometido con lo que se ama...Por ese camino hemos de transitar: cultivar los sentimientos a partir del desarrollo del conocimiento y sólo entonces se asumirá el compromiso...
Axiología y educación en una verdad esencial como las que caben en el ala de un colibrí(35) : “ fe en la utilidad de la virtud”. (36)
El esencial y fundador pensamiento martiano, visión integradora de un época peculiar y de un inabarcable y plural continente con perfiles distintivos en el planeta, manifiesta su verdadera significación en tanto síntesis del emancipador siglo XX y punto de partida de una genuina renovación en la medida en que penetra en la problemática del ser humano.
Con ello ,Martí proporciona a la cultura y pensamientos cubanos , una hermosa y sustancial concepción del hombre y los valores que sintetiza el esfuerzo y la entrega de los fundadores de la nación cubana y prepara el sendero de la asimilación del ideal social superior, que como conquista del intelecto y del sentimiento humanos, se convirtió en instrumento esencial, en el proceso de continuidad en la batalla de nuestro pueblo, por la reafirmación de su identidad como nación independiente y en la obtención de valores universales para el ser humano.
De ahí , la validez para la educación de nuestros días y del mañana, de un pensamiento que, en virtud de su excepcional contenido, expresión del más alto humanismo, portador de un maravilloso código de valores trasciende y se convierte en presencia incuestionable en nuestro quehacer...

Y es que Martí desde su profunda concepción del hombre como “ ser irrepetible “ y creador, desde su universo valorativo excepcional, nos llama a los educadores, ante los inmensos desafíos que el siglo XXI impone al desarrollo espiritual del hombre, a:
descubrir el inmenso caudal espiritual del ser humano,
profundizar en el proceso de desarrollo del ser humano,
advertir las esenciales diferencias entre las etapas recorridas por el hombre a lo largo de su desarrollo( desde la infancia) y a actuar en correspondencia con ellas,
comprender el papel de lo afectivo junto al desarrollo del intelecto en el proceso de educación del hombre,
considerar los sentimiento principales a cultivar desde las edades tempranas: independencia y dignidad,
asegurar a “...cada hombre el ejercicio de sí propio..”(37),
sentir que “...no hay pena que no pueda consolar ni crimen que no pueda redimir el gusto de ser útil...”(38),
entender el valor del patriotismo como la “levadura” mejor de todas las virtudes humanas,
saber que “...quien quiera pueblo ha de habituar a los hombres a crear...”(39),
“...ensayarse como ciudadano de república por ser cosa difícil, desde la
niñez...”(40),
comprender que “...las reformas sólo son fecundas cuando penetran en el espíritu de los pueblos...”(41).

¿ Pudiera haber sido de otro modo? Tratándose de aquel que pensó y sintió que:

“...sólo va al alma, lo que nace del alma...”(42)


Notas y referencias.



1. Heins Dieterich. - Alma Mater. Entrevista Universidad de La Habana, 1998.
2. Noam Chomsky
3. Heins Dieterich - La sociedad global. Contrapuntos. México, 1995.
4. José Ramón Fabelo - Los valores universales en el contexto de los problemas globales de la humanidad. Revista Cubana de Ciencias Sociales. Número 28. 1994.
5. ver Rigoberto Pupo - La actividad como categoría filosófica. Editorial Ciencias Sociales. La Habana, 1986.
6. José Ramón Fabelo - “Práctica, conocimiento, y valoración.” Editorial Ciencias Sociales. La Habana,1986.
7. José. Martí - “Reforma esencial en el programa de las Universidades Americanas”. La América N. York. ( Enero 84 O.C.T. 8 1975 )
8. María I.Domínguez. - “La formación de valores en la Cuba de los 90 : un enfoque social”.
9. María I. Domínguez - ídem - Pág 36.
10. María I. Domínguez - “Jóvenes cubanos : expectativas en los 90” Pinos Nuevos María E. García 1995.
11. María I. Domínguez - “Jóvenes cubanos e integración social : un estudio” Revolución Cuba Socialista. 6. 1996.
12. Ver investigaciones al respecto. CIPS.
13. Fernando Glz Rey - “Psicología, principios y categorías” Edit. Cuba Socialista 1989.
14. obra cit – 102
15. Amelia Amado Mtez - El adolescente cubano : una aproximación al estudio de su personalidad. Edit. Pueblo y Educación ( pág 12).
16. Gustavo Torroella - Conferencias
17. Fernando Glez - ob. Cit. (págs 29-41)
18. Fernando Glez Rey- Un análisis psicológico de los valores : Su lugar de importancia en el mundo subjetivo.
19. Idem . Pág 47.
20. Carlos. M. Alvarez de Zayas - Obra citada ( Pág. 8 ).
21. Carlos M : Alvarez de Zayas - Obra citada ( Pág. 129).
22. Diccionario Enciclopédico UTEHA
23. Aguayo - “Pedagogía” - 3a edición. 1920.
24. Gilberto García Batista - ¿ Por qué la formación de valores es también un problema pedagógico ? en la formación de valores en las nuevas generaciones Edit. Ciencias Sociales. 1996 ( Pág 70 ).
25. La Psicología nos entrega un estudio esencial y profundo del sentimiento, encontrándonos múltiples definiciones que expresan el grado de acercamiento a dicho componente.
26. José Martí. - La Edad de Oro. Músicos, poetas y pintores. Editorial Ciencias Sociales, 1975.
27. José Martí. - Nueva York en otoño. Estudios sobre educación.Editorial Ciencias Sociales,1976. p-77-86.
28. Escritos sobre educación.
29. Reforma esencial en los programas de las universidades americanas. En O.C. t-8. P-407-430.
30. Escuela de Electricidad. (La América. Nueva York.1883.
31. Educación Popular (ob. Cit.)
32. Maestros ambulantes (ob. Cit.)
33. Educación Popular (ob. Cit.)
34. Apuntes para libros . En Escritos sobre Educación.
35. La Habana. Ed. Ciencias Sociales. 1979.
36. Colegio de las vizcaínas. En O.C. T-6. p-201-202.
37. ( Revista Universal .México- l3 de mayo de 1887).
38. Ismaelillo. (ob. cit.).
39. Maestros ambulantes (ob. Cit.)
40. La fiesta de graduación en los Estados Unidos.(ob.cit.) p-299-307.
41. Cuadernos de apuntes. En O. C. T-21.
42. La escuela de Artes y Oficios .
43. La fiesta de graduación en los Estados Unidos.(ob.cit.) p-163.
44. Nueva York en otoño. (ob.cit.)
45. Cuadernos de Apuntes. Número 3.En O.C. T-21. p-110.